Resguardo de Sirio – El Fulgor del Can Mayor

Herramienta de temporada creada únicamente durante los Días Perros, los cuarenta días en que Sirio, la estrella Perro y alfa de Canis Maior, asciende en su levantamiento heliacal (del 3 de julio al 11 de agosto).

Sirio es la más brillante de las quince estrellas behenianas, faro de poder ardiente y de misteriosa virtud. Su luz, temida y reverenciada desde la antigüedad, marcaba los días más abrasadores del año: augurio de fertilidad y destrucción, de riquezas y calamidad, del triunfo y del ocaso.

El Resguardo de Sirio ha sido concebido como fetiche de autoridad, expansión y soberanía espiritual. Es un talismán que otorga brillo personal, abre los caminos de la victoria y viste al portador con el resplandor invisible del astro ardiente. Así, quien lo porta se vuelve centro de magnetismo, ascendencia y poder, impregnando a su alrededor la impronta de su estrella regente.

Cada resguardo fue elaborado con hierbas, piedras y perfumes consagrados al Can Mayor —albahaca, menta piperita, mica y romero entre ellos— y adornado con signos de fuego en suninterior. Fueron fumigados, orados y consagrados, para sellar en ellos el hálito de Sirio y de su séquito de espíritus estelares.

Inteligencias planetarias asociadas
Si seguimos el modelo de las inteligencias astrológicas (Agrippa, De Occulta Philosophia):
A través de Júpiter → Inteligencia Iophiel (Jophiel) y Espíritu Hismael.
A través de Marte → Inteligencia Graphiel y Espíritu Bartzabel.
Por su fulgor solar → Inteligencia Nakhiel y Espíritu Sorath.

Conexión en la angelología hebrea
En la tradición cabalística, Sirio suele vincularse con la Sephirah Chesed (Misericordia, Júpiter) → lo que refuerza su relación con Zadkiel.
También se ha asociado con Yesod (el canal de transmisión de fuerzas), especialmente porque Sirio funciona como “puente” estelar entre lo humano y lo divino.

Espíritus estelares
En la astrología mágica árabe y medieval, cada estrella brillante no solo tenía planetas y ángeles asociados, sino también un espíritu propio.
El espíritu de Sirio suele representarse como un perro ígneo o un guardián canicular, intermediario entre el hombre y la divinidad solar oculta tras la estrella.
En algunos grimorios árabes se lo nombra como un Ifrit de fuego, un ser estelar de naturaleza ambivalente, que concede victorias rápidas pero exige respeto.

Este talismán debe portarse sobre el cuerpo, perfumado con fragancia personal o con un aceite dedicado a la estrella, para mantener vivo su influjo. El Resguardo de Sirio brilla en el mundo sutil como su astro en el firmamento: concediendo riqueza, fuerza espiritual, reconocimiento y protección ardiente a quienes lo llevan.

Su naturaleza jupiteriana y solar asegura expansión, honores y poder.

Un talismán para los que desean gobernar con la llama de la estrella más brillante del cielo.

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